jueves, 5 de mayo de 2016

No os sintáis orgullosos y menos de mí.

He provocado catástrofes con miras a destrozar corazones tiernos, empezando por el mío. He tocado fondos oscuros y superficies soleadas. He suspirado y he vivido cruzando siempre los dedos a ver si aparecías en alguna esquina al cruzar la calle. He soñado contigo todos los días desde que sé que existes, dormida y despierta. He soñado conmigo y con poder ser un poco mejor. He soñado con un nosotros perfecto, aún sabiendo a ciencia cierta que la perfección no existe y que si existe, es insoportablemente aburrida.
He deseado imposibles y también los he conseguido. He tropezado en la misma piedra millones de veces e incluso le cogí cariño y le puse nombre. Me he rendido más veces de las que he luchado y que perdido más veces que las que he ganado. Pero hubo luchas con victorias, ¡vaya si las hubo!
Me he perdido y me he encontrado un tiempo después, no sé si mejor o peor, pero distinta y he tenido que volver a conocerme, no fue fácil pero fue divertido recuperarme.
Me miro y lo veo, piel, hueso y carne, cada vez menos...¿y mi alma? ¿y mi esencia? quien sabe, tal vez sigan contigo o tal vez nunca hallan existido o tal vez ninguno tengamos. He contado estrellas en cielos nublados con tal de no contar del un al trillón de veces que te echaba de menos cada día, y no he sentido que haya perdido el tiempo.
En el ahora me tengo, me padezco, me mimo, me quiero, me siento. Me falta lo mismo pero con un te.

Texto: Tabita Beizana
Fotografía: Clara López