La belleza de la melancolía

En una habitación sin puertas

sin ventanas y sin luz.

Sin restos de presencia humana,

de comida, de calor.

Grasas que se pierden

Belleza...¿relativa?

Dormir sin soñar

es como llorar sin lágrimas,

posible pero inútil.

Temblor de manos...¿sibutramina?

Té verde, café sin leche...

¡Qué no! ¡Qué no! Y ¡Qué no!

Poema: Tabita Beizana

Cuadro: Clara López

Los pies en la nieve

Mis pies se hunden en la nieve
Los tuyos casi flotan en el mar
Tú corazón congelado
Y el mío a punto de escapar.

EL NO BESO

Me autoculpo de la multa
que tuvo que pagar mi cuerpo
por mi delirio inminente
de aquel insignificante beso.

Duelen en mi alma, matan de dolor
las interferencias que tus miradas
causan en mi sólo suyo corazón.

Corrompida por el miedo,
de este tiempo intermitente.

Aquel no beso que me diste
Dictaminará mi suerte.

Poema: Tabita Beizana

Fotografía: Clara López

Cosquillas

Muérdeme el cuello
Aprieta mis manos
comeme los labios
o arrañame con ternura...
pero, por favor,
deja a mi corazón
¡Y no le hagas cosquillas!

No le hagas reír
cuando en realidad está sufriendo.
Dile la verdad u oculta la mentira.
Conmuévelo con lágrimas
o destroza su escudo.
Vuelveme más débil y vulnerable
Sómete y drogame con tus besos.
Pero, una vez más...
te lo pido, por favor
deja a mi corazón
¡Y no le hagas cosquillas!

Poema: Tabita Beizana
Fotografía: Clara López

Reflexión [prosa poética]

Busco entre mis palabras, algo adecuado que decirte… pero no todas las frases se han inventado, ni todos los sentimientos tienen nombre.
Secretos, todos los guardamos. Intento destruirlos, en vano… cuanto más quiero alejarlos, más se acercan a mi mente. Mi mente…víctima de la química y la estupidez. Herida de amor y de odio. Compuesta de Fluoxetina y del más sincero amor, completa, como un parking, como el infierno, como la cárcel, como un cementerio

Texto: Tabita Beizana
Fotografía: Clara López

Castigo

Castigame, no hagas nada, 

no existas, simplemente 

y me condenarás. 

Demuéstrame que te importo 

o no hagas nada, simplemente 

y me derrumbarás. 

Compréndeme, sujétame con tus brazos 

o sueltame la mano, simplemente 

y me aprisionarás

porque nunca me he sentido tan libre 

como aprisionada en tus brazos. 

Porque no tengo nada 

y lo tengo todo.

Poema: Tabita Beizana
Fotografía: Clara López